

Diseñada por el ingeniero Carles Buïgas , la fuente se concibió en 1929 como uno de los principales atractivos del recinto de la Exposición Internacional, en una combinación singular de agua y luz, a la cual en el año 1976 se incorporaron efectos musicales y coreografías.Originariamente la fuente funcionaba gracias a un potente mecanismo que permitía hacer circular, cada segundo, 2.600 litros de agua gracias a cinco grandes bombas de presión que permitían alcanzar alturas de hasta 54 metros. Este despliegue de formas, añadido a más de tres mil toberas y cuatro mil setecientas lámparas, permitían conseguir hasta 29 juegos de agua con diferentes variedades de color.Esta fuente se convirtió en uno de los principales símbolos de la Barcelona de la época, hasta nuestros días.



